Arbitraje profesional para una liga profesional

El fútbol vive en una pelea constante con el arbitraje, pero en la Liga F todo se incrementa ante la falta de profesionalidad
En estos dos primeros meses de temporada estamos viendo un problema global en las ligas europeas. Los árbitros siempre se han visto en el punto de mira, sin embargo, en esta temporada la afición y los clubes los señalan con más ímpetu. Probablemente, sucesos como el ‘Caso Negreira’ han hecho crispar aún más el ambiente. Pero también nos encontramos con situaciones que dejan en muy mal lugar a los colegiados, como sucedió hace unas semanas en la Premier League, donde anularon un gol por un fuera de juego inexistente tras un error de comunicación. También normativas contradictorias como los penaltis por mano dentro del área, que unas se señalen y otras no, están haciendo perder la cabeza a la afición.
Con esta problemática global, nos plantamos en una Liga F con muchas más tesituras. Si estos errores y contradicciones suceden en ligas con videoarbitraje, es aún peor en una liga profesional sin VAR. Desde hace años la afición del fútbol femenino en España está pidiendo este soporte para ayudar a las arbitras a solucionar los problemas que se les escapen en el campo. Pero de momento ni está ni se le espera en los próximos años. Tanto el Comité Técnico de Árbitros (CTA) como LaLiga se han pronunciado diciendo que todavía es muy difícil implementar el VAR en la competición. Que si las instalaciones no son las correctas, que si las árbitras no han recibido los cursos adecuados… Cualquier excusa es buena.
En los últimos dos años se ha pedido que en la final a cuatro de la Copa de la Reina hubiese VAR, pero fue desestimado por el CTA ya que decían que las instalaciones no cumplían con los requisitos para instalar el video arbitraje. Dos estadios, el Municipal de Butarque y el Santo Domingo de Alcorcón, donde sus equipos juegan actualmente en la segunda división masculina y que, evidentemente, tienen VAR. Además, las arbitras Marta Huerta de Aza y Guadalupe Porras fueron designadas para arbitrar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Un Mundial que contó con videoarbitraje. Por lo que ambas árbitras recibieron el curso para la utilización del VAR. Entonces, ¿por qué no se realiza dicho curso con el resto de colegiadas de la Liga F?

A todo esto se le tiene que sumar una situación que ya existía el anterior curso. Y es que en el convenio de árbitras, que se firmó hace justo un año, las colegiadas pasaban a cobrar 25.000 euros anuales. Mucho más de lo que cobraban las futbolistas entonces y más de lo que siguen cobrando mínimamente algunas jugadoras con el nuevo convenio que se firmó semanas atrás. Esto ha enfadado a un mayor número de aficionados con ciertas situaciones controvertidas. Como el penalti de Alexia frente al Sporting de Huelva que se debió haber repetido porqué la portera se encontraba adelantada. O un gol del Atlético de Madrid al Sevilla que se anuló por fuera de juego inexistente. Y en ambas ocasiones una colegiada se encontraba muy cerca del juego.
Hay que sumar el conflicto de intereses existente en el CTA. Ya que la persona encargada de designar a las arbitras es Yolanda Parga, quien es mujer del ex-arbitro Carlos Megía Dávila, quien a la vez es asesor del Real Madrid. Situaciones entorpecen el crecimiento del fútbol femenino en España. Porqué si se quiere una liga profesional y puntera estatal se deben mejorar cosas temporada tras temporada y jornada tras jornada. Y aún más cuando cuentas con las actuales campeonas de Europa y eres el país que ha ganado la Copa del Mundo.
Imagenes de Getty Images.