Brasil, un sueño entre lágrimas

Brasil y la sonrisa de sus futbolistas son a veces incapaces de disimular las decepciones, como caer en un Mundial y despedir a su ídolo
Una sonrisa, un balón y una referente. Así se han criado las futbolistas brasileñas. Todas menos Marta, que solamente tuvo las dos primeras ante la ausencia de una estrella en el horizonte. Tuvo que ser ella misma quien abriera camino. En esta ocasión a Brasil le ha tocado recoger esos frutos de una generación que nació viendo a Marta y que por primera vez llora acompañada de un balón despidiendo así la ilusión de un Mundial pero, sobre todo a su ídolo de la infancia.
Como si el paso del tiempo pesara el doble para Brasil. Entraron por la puerta grande y se van con la mayor decepción de su historia. Adiós al Mundial en fase de grupos tras caer contra Francia y empatar contra Jamaica, sentenciando así un adiós inesperado y borrando una sonrisa que parecía eterna pero que solamente se interrumpe temporalmente porque hay una generación que amenaza con volver más fuerte que nunca. Aunque esa es una historia de la que hablaremos dentro de cuatro años.
Jamaica y Brasil, reggae y samba. Bob Marley siempre iba acompañado de una pelota y los regates de cualquier astro brasileña están firmados al ritmo de samba. Dos historias para ser contadas juntas pero con diferente destino y no el que todos esperábamos. Porque mientras Khadija Shaw abría una nueva etapa de cara al futuro jamaicano entre alegría y vítores, la que fuera su ídolo en la infancia, Marta Vieira, cerraba su carrera mundialista entre lágrimas. Hoy aquellos que entienden el fútbol a través de una sonrisa y una melodía se han visto con el corazón partido.


El pasado 24 de junio Brasil debutaba en el Mundial y superaba las expectativas goleando a Panamá a ritmo de samba. Cualquiera hubiera firmado estas letras. Dos semanas más tarde en forma de alegría y no de decepción. Pero el fútbol no entiende de méritos ni de justicia y el último baile de Marta pasará a la historia. Aunque no para el recuerdo, sino que para el olvido.
Del último baile de Marta nos vamos al debut de Ary Borges. Fue la estrella contra Panamá con un hat-trick y una asistencia, pero en el momento de imponerse contra Jamaica, a la hora de la verdad, fue la primera en ser sustituida. Una jugadora que igual que ha crecido, ha decepcionado en el Mundial. Fiel reflejo de su selección.
En cuestión de dos semanas las brasileñas han acabado viviendo las dos caras de la moneda, de soñar con ser campeonas a morir en la orilla de la fase final. Dos versiones que han vivido también España, Inglaterra o la propia Francia en este Mundial pero por el resultado final será Brasil la que permanezca en el recuerdo como un náufrago porque al final el fútbol se basa en resultados, ya lo decía Bielsa.


Brasil no caía en una fase de grupos desde 1995, Jamaica nunca había clasificado a una fase final mundialista tras su debut en 2019 pero el fútbol es caprichoso, tanto que deja al margen a la mejor generación brasileña que se recuerda. Se enfrentaron por última vez en la edición de Francia 2019, si el fútbol puede cambiar tanto en dos semanas es impensable lo que puede suceder en cuatro años.
Brasil y su expectación por el Mundial llegó a un extremo que solamente el amor de un brasileño por el fútbol es capaz de comprender. La ministra brasileña, Esther Dweck, anunció el pasado mes de julio que los horarios de los trabajadores en el sector público se verían modificados para poder seguir el Mundial, algo que se hizo también con la selección masculina en Qatar.
Marta se acaba aquí
“Marta se acaba aquí”. Estas fueron las palabras de la estrella brasileña después de jugar su último partido del Mundial contra Jamaica. Una competición en la que sigue reinando hoy como la máxima goleadora histórica (masculino y femenino) con 17 goles en cinco ediciones disputadas desde que en 2007 la ‘verdeamarelha’ fue subcampeona. En aquel entonces Marta anotó siete goles en seis partidos y empezaba a escribir una historia que termina hoy como la gran referente de toda una generación.
Debutó como subcampeona y se marcha en fase de grupos. Una prolongación en el tiempo del Mundial que han firmado las de Pia Sundhage en Australia y Nueva Zelanda. De un debut a la altura de nadie a un adiós que deja un equipo irreconocible y al fútbol eternamente en deuda con Marta. Porque como ella misma dice, nació sin una referente, sin nada en el horizonte, jugando por el amor de disfrutar. Sin saber que existía un mañana, lo apostó todo por el fútbol, y por eso le debemos tanto. La sonrisa del fútbol dice adiós entre lágrimas.


Cada vez que Marta ha saltado al terreno de juego en este Mundial, alguna de las jugadoras de Brasil, sobre todo las más jóvenes, cumplían su sueño: jugar junto a su ídolo de la infancia. Porque si el fútbol le debe tanto a Marta es porque hace 10 años, su cara era el epicentro y su voz la única latente en un mundo condenado al olvido como el del fútbol femenino.
Hoy las voces se han multiplicado y para muchos hablamos ya de un deporte de masas y ¿qué hubiera sido de todos nosotros sin una Marta, una Sinclair o una Rapinoe? Lucharon, dieron la cara y hoy nos dejan dibujada la estela en el camino. Como la propia Marta ha dicho tras caer eliminada: “Yo acabo pero ellas continúan. Apoyen el fútbol femenino en Brasil y en el mundo”.
Ary Borges y pasos de gigante
A ritmo de samba, con una sonrisa y sin importar las miles de miradas que tenía encima. De esta forma debutó Ary Borges en un Mundial que llegó de la mano de un hat-trick contra Panamá. Sin presión y con su mejor versión, la cual nos sorprendió a todos. Nadie esperaba ver a una joven de 23 años anotar tres goles y servir una asistencia. Cuando hablamos de fútbol en Brasil la presión es un término desconocido. Solamente se entiende el fútbol a través del disfrute, algo intacto desde que Pelé empezó a dominar el mundo y que se ha mantenido generación tras generación sin importar edad, género ni escenario. Todo sea por disfrutar. La sonrisa y el fútbol, el ADN ‘do Brasil’ en su máxima expresión.

Volvemos a la realidad, porque difícil no es llegar sino mantenerse. Y aunque la carrera de Ary Borges solamente ha hecho que empezar a escribirse, ya ha firmado su primera gran noche y su primera decepción. Una historia donde Borges empezó llamada a heredar el trono de Marta después de llegar a la convocatoria con la camiseta de su ídolo.
El punto y final llega con las lágrimas de Marta y de las que se criaron observándola y soñando con jugar a su lado. Aunque Brasil quiera disimular eternamente bajo la sonrisa de sus futbolistas, también hay decepciones que te rompen en alma. Sino que pregunten en el Maracaná o en la Favela, allí donde Marta y Pelé son venerados como dioses, porque así es Brasil. Un país que no entiende de géneros ni clases. En ocasiones la palabra ‘Futebol’ es suficiente para ser felices.
Imágenes de Getty Images.