San Francisco irrumpe en el olimpo de la NWSL

Entrar en la NWSL es un privilegio para la burguesía del fútbol, y Bay Area FC ya forma parte de ella irrumpiendo con una inversión de 125 millones de dólares
El próximo 2024 la National Women’s Soccer League (NWSL) recibirá una nueva franquicia. Nace el Bay Area FC, ubicado en la Bahía de San Francisco. Un proyecto que puede recordar a Angel City por el modelo de gestión, y es que está liderado por cuatro ex jugadoras de la selección estadounidense: Brandi Chastain, Leslie Osborne, Danielle Slaton, y Aly Wagner. Con la llegada del Bay Area ya serán 14 los equipos que militen en la NWSL. Y es que actualmente figuran un total de 12 franquicias, siendo Utah Royals el decimotercero en ocupar su plaza.
Bay Area FC se ve hoy como una realidad en los despachos y dentro de un año será una realidad también sobre el campo. Un trabajo que empezó a gestarse en julio de 2022 cuando ‘The Athletic’ publicaba la posibilidad de una nueva franquicia en la Bahía de San Francisco. La existencia del Bay Area FC no sería posible sin Sherly Sandberg y los inversores de Sixth Street, quienes han inyectado 125 millones de dólares para iniciar dicho proyecto. Una inversión económica que se convertirá en la más alta que se ha visto en el fútbol femenino de clubes.
A falta de oficialidad, todo apunta a que el nuevo estadio de Bay Area será el PayPal Park de San José, donde juega sus partidos también el San José Earthquakes de la MLS. Tal y como ha transmitido el club en su página web, el nombre de Bay Area busca hacer referencia y representar a toda la región y no a una ciudad concreta. Y es que San Francisco llevaba más de diez años sin tener representación en el fútbol femenino. Tanto San Jose CyberRays (2001-2003) como FC Gold Pride (2008-2010) militaron en el alto nivel, aunque no lograron asentarse.
Sixth Street, el motor financiero del Bay Area FC
La NWSL solamente tiene una vía de entrada para ingresar como franquicia. A través de la burocracia. Y sí, principalmente a través de un grupo inversor que ponga sobre la mesa una cantidad de dinero que haga posible el proyecto. El más puro estigma de los clubes de fútbol convertidos en empresas o mejor disimulado, en ‘franquicias’.
En la Bahía de San Francisco la inversión ha llegado a los 125 millones de dólares, una cifra nunca antes vista en el fútbol femenino y que es posible gracias a Sixth Street. La mayor inversión en la historia del fútbol femenino. Hablar de Sixth Street es hablar de uno de esos fondos de inversión que de una forma u otra dominan el globo con acciones en Airbnb o Credit Suisse. Su relación con el deporte (especialmente con el fútbol) va más allá de tener en su dominio el 20% de los San Antonio Spurs.

La relación con el fútbol llegó hace menos de un año ‘salvando’ al Barcelona de una de sus mayores crisis financieras. El cuadro blaugrana vendió a Sixth Street los ingresos por derechos televisivos de LaLigaTV de los próximos 25 años. Lo que se tradució en unos 207 millones de dólares que transfirió el grupo inversor estadounidense a la entidad azulgrana. Además en la cartera de clientes de Sixth Street se encuentra también Spotify, patrocinador principal del Barça, lo que tiene una cierta influencia todavía sobre el club catalán.
‘Legends Hospitality’. Posiblemente este nombre pueda sonar por la fuerte relación que tiene con las remodelaciones de los nuevos Camp Nou y Santiago Bernabéu. En el caso del Real Madrid, Legends, ha financiado el 30% del nuevo estadio a cambio de beneficios futuros por eventos que se realicen en la instalación. Y sí, Legends es otra de las empresas gestionadas por Sixth Street.
La decimocuarta plaza de NWSL, deseo de muchos
53 millones de dólares ha pagado Sixth Street como precio de entrada a la NWSL. Una cifra récord y descomunal si la comparamos con anteriores cifras de entrada en la propia liga. En 2021 justo después de la pandemia Racing Louisville pagó 2 millones por entrar a la liga como una nueva franquicia. Empezó a competir de cero igual que lo hará Bay Area pero con una diferencia abismal a la hora de poner el dinero sobre la mesa. Posteriormente llegaron también a la liga franquicias como Angel City, San Diego Wave o Kansas City.
Sin ir más allá, Utah Royals, que regresará a la NWSL en 2024 junto con Bay Area ha dejado su precio de entrada en no más de 5 millones de dólares. Esto se debe a un acuerdo que estableció la franquicia con la liga en 2019, y es que en caso de reactivar la plaza, el precio no superaría los 5 millones. Desde un principio la NWSL fijó el precio de entrada para la decimocuarta plaza en 10 millones de dólares. Sin embargo, el exceso de competidores ha terminado por mover la cifra de entrada a los 50 millones de dólares. Nashville y St. Louis City acompañaron a la Bahía de San Francisco en la puja por dicha franquicia.

Por extraño que nos parezca, entrar en la NWSL no solamente pasa por invertir más que el resto, sino también por una junta en la que se evalúan los diferentes proyectos desde varios ámbitos. Tanto deportivos, sociales, y cómo no, económicos. Aunque hablando del Bay Area, el CEO de Sixth Street, Alan Maxwell, forma parte de esa junta que aprueba y desaprueba que franquicias puede entrar en el olimpo de la NWSL.
Más allá de Utah Royals y Bay Area FC, tendremos una tercera franquicia en discordia que ocupará la decimoquinta plaza de la liga con sede en Boston. No obstante, todavía no se ha oficializado la fecha concreta de su llegada. La llegada de Racing Louisville fue la del último equipo que se incorporó a la NWSL antes de la pandemia con un precio fijado en los 2 millones de euros. El reflejo de cómo la pandemia cambió todo, pero también del crecimiento que vivió el fútbol femenino tras el Mundial de 2019.
Los ‘founder members’ de Bay Area FC
Conociendo la fuente de ingresos que va a permitir dar un paso al frente al Bay Area FC, Sixth Street no podemos dejar a un lado las caras visibles del club. Se trata de cuatro jugadoras que marcaron época en su momento con la selección estadounidense. Brandi Chastain, Danielle Slaton, Aly Wagner, Leslie Osborne encabezan hoy un proyecto con sello NWSL.

Brandi Chastain: Un palmarés sinónimo al éxito, dos mundiales y dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos. En 1999 Chastain nos regaló una imagen icónica con el gol decisivo en la final de un Mundial disputado en Estados Unidos y cuyo partido ha sido récord de asistencia durante 20 años. 90.000 almas vibraron en el Rose Bowl de Pasadena para acabar cambiando la historia.
Danielle Slaton: Hace aproximadamente un año se destaparon varios casos de abusos en el fútbol femenino estadounidense que habían estado durante años en la sombra. Para ella se contrató una abogada, Sally Yates, y se realizó un comité en el que la propia Danielle Slaton jugó un rol importante. También ex jugadora de la selección nacional estadounidense.
Aly Wagner: Más allá de sus internacionalidades con Estados Unidos, siendo dos veces medallista de los Juegos Olímpicos, hablamos de la primera mujer en el mundo en retransmitir un partido del Mundial masculino a través de televisión.
Leslie Osborne: La única jugadora de las mencionadas que llegó a jugar en la NWSL. Lo hizo en 2013, la primera temporada de la liga y última de Osborne en particular. Aunque estudió la carrera de medicina, cosas del fútbol, acabará siendo una de las piezas claves en la dirección de todo un gigante ya como Bay Area FC.
Hablamos de todo un gigante porque en San Francisco no han necesitado todavía debutar para ser la franquicia con mayor capital en su entrada a la NWSL. Su nombre empieza a convertir la liga en una competición cotizada a nivel económico. Ahora el siguiente paso llega en jugar al fútbol que después de tantas letras sin mencionarlo, parece mentira que sea lo que realmente nos une.