A vísperas de su segunda Copa del Mundo Costa Rica sigue haciendo historia más allá del terreno de juego con la firma de un convenio colectivo

Cuando hablamos de fútbol femenino las miradas se centran en Estados Unidos, Canadá o Brasil. Históricamente han dejado una huella importante en el crecimiento pero hablando sobre ello, no podemos olvidarnos de Costa Rica, la cuarta en discordia dentro de las Américas. En el mundo del fútbol se suele idealizar un país por las grandes leyendas que se forman en él, pero la realidad de Costa Rica y su fútbol femenino es la de demostrar que una Marta Vieira o una Megan Rapinoe no son necesarias para empezar a crecer paulatinamente. El próximo mes de Julio dará inicio el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023. En él no podrá faltar la presencia de la selección costarricense dirigida por Amelia Valverde, precisamente en el mismo grupo que España. Y aunque sobre el campo las ‘ticas’ no son favoritas, cuando hablamos de igualdad se encuentran un punto por encima del resto.

La clasificación al Mundial ha significado la consecución de un convenio colectivo que brindará a las jugadoras unas condiciones igualitarias a las de sus homónimos masculinos a nivel de viajes, premios y necesidades básicas. El modelo que se ha firmado para la selección femenina es exactamente el mismo que se firmó hace 20 años en el Mundial masculino de Corea y Japón. La joya del convenio colectivo pasa por los premios, porque se ha logrado acordar el mismo porcentaje proporcional que reciben los hombres respecto a los ingresos que paga la FIFA a la federación costarricense por participar en sus competiciones. 

En el Mundial masculino los jugadores de Costa Rica percibieron el 30% de los premios que la FIFA otorgó a la federación. Es por ello que, según dicho convenio, de cara al próximo Mundial las primas para las jugadoras deberían ser idénticas a nivel porcentual. Además Costa Rica ha albergado este último verano el Mundial Femenino Sub-20. Aunque no fue el mejor momento deportivamente hablando para las anfitrionas sigue acercando el fútbol femenino a los aficionados. El otro dinero ingresado por el Mundial se destinó a desarrollar las ligas del país, pasando por la primera división masculina como a su vez femenina o incluso de fútbol sala. Repartiendo entre estas más de 5 millones de dólares a partes iguales.

Rumbo al segundo Mundial

Desde la fundación de la federación costarricense hasta el primer partido de la selección femenina pasaron 64 años, llegando así los primeros pasos del combinado en el año 1991. Aun así, no fue hasta 1998 cuando lograron ganar por primera vez a uno de sus mayores verdugos, la selección de Canadá. Costa Rica empezaba a ser la tercera en discordia. Las costarricenses se ganaron el respeto de dos combinados con años de experiencia y gloria como Estados Unidos y Canadá, con los cuales se han enfrentado rutinariamente en competiciones de Concacaf. En 2015, marcaron un antes y un después con su primera clasificación a una Copa del Mundo, precisamente disputada en Canadá.

La última edición mundialista de 2019 fue un punto y aparte para Costa Rica tras quedar fuera de la competición a manos de Jamaica. Por otro lado la cuenta pendiente pasa por los Juegos Olímpicos, en los cuales jamás ha logrado participar el elenco centroamericano. 2014 fue sin duda el mejor año en la historia del fútbol costarricense. Mientras la selección masculina disputaba el Mundial de Brasil llegando a cuartos de final, su mejor marca mundialista, la selección femenina se plantaba en la final del campeonato Concacaf cayendo ante la anfitriona, Estados Unidos. 

De cara al próximo Mundial de 2023, la FIFA ha otorgado hasta cuatro plazas para los equipos de Concacaf, siendo Costa Rica el cuarto clasificado tras caer en semis contra Estados Unidos y en el tercer y cuarto puesto ante Jamaica el pasado verano de 2022. Sin embargo, en Costa Rica han pasado de no tener a una futbolista con contrato profesional a cinco años después, firmar un convenio colectivo para las futbolistas internacionales. Los tiempos cambian. Sí esto hubiera sucedido una edición antes Costa Rica no hubiera entrado en el Mundial y el Convenio de Fútbol Femenino a favor de las condiciones de las futbolistas seguiría en el aire.

Pasado, presente y futuro en Costa Rica

Sí bien al principio de estas letras hacíamos mención a la ausencia de una leyenda del fútbol, en Costa Rica, el talento es algo que va dentro del ADN como el ‘Pura Vida’ con jugadoras como Shirley Cruz, Rocky Rodríguez o la prometedora, Priscilla Chinchilla. Pasado presente y futuro de un país que quiere irrumpir y seguir haciendo grande su relato.

Shirley Cruz: Dicen que empezamos a dar valor a las cosas cuando las perdemos y dos años después de que Shirley Cruz anunciase su retirada su carrera sigue siendo la más brillante dentro del fútbol costarricense femenino. Dio el salto a Europa de la mano de un Olympique de Lyon que empezaba a despertar como el gigante que conocemos hoy día para posteriormente marcharse a un PSG donde estuvo seis temporadas.

Tras un efímero paso por el fútbol asiático, el punto y final a su carrera llegó en la NWSL con OL Reign. Un palmarés que se cerraba con hasta cinco campeonatos de Francia y dos Champions. Y aunque no pueda considerarse un título, se convirtió en pionera en el fútbol costarricense. En 2019 pasó a ser la primera futbolista en firmar un contrato profesional de fútbol femenino en su país con la Liga Deportiva Alajuelense ha acabado abriendo muchas puertas.

Rocky Rodríguez: En los últimos tres años ha ganado todo lo que se puede ganar en la NWSL y de la mano de un coloso como es Portland Thorns. Desde las Fall Series en 2020, hasta los play-off en 2022 pasando por la Challenge Cup en 2021. Antes vistió la camiseta de Gotham FC y del Perth Glory australiano, siempre con un denominador común, siendo titular indiscutible. La excepción pasa por la actual temporada en la que no sabe todavía lo que es salir como titular. A pesar de ello, se espera que el peso de la selección de Costa Rica caiga sobre su espalda en el mundial. Ya sea dentro del campo por su innegable calidad como fuera del verde por su liderazgo.

Priscilla Chinchilla: Extremo de 21 años que está disputando por todo lo alto su segunda temporada en el Glasgow City. Actualmente una de las pocas joyas costarricenses que milita a nivel Champions. Más allá de la competición europea nos deja registros formidables en liga con 11 goles en 21 encuentros. Con no más de 16 años, en 2017 ya debutó con la selección absoluta, sin duda alguna una adelantada a su época gracias a su talento y siendo la MVP del 2022 en la ‘Scottish Premier League’.

El fútbol femenino dentro de las fronteras

Aunque hablemos de una selección que cada vez está más cerca de la igualdad, la liga local todavía está lejos de ser una competición de renombre. 8 equipos forman la liga que se lleva disputando de forma oficial desde el año 2001. Una liga que vive bajo la hegemonía de los clubes Sporting FC, Saprissa FF y Liga Deportiva Alajuelense. En ese sentido, tal y como sucede en el fútbol masculino, la visibilidad, por lo menos desde Europa, sigue alejada de las grandes ligas.

El récord de asistencia en Costa Rica es de 16.900 personas en un Liga Deportiva Alajuelense contra Deportivo Saprissa. Tuvo lugar en Diciembre de 2019. Liga Deportiva Alajuelense-Deportivo Saprissa. Récord de Asistencia Fútbol Femenino Costa Rica.

Quien piense que los primeros pasos de fútbol femenino en Costa Rica llegaron más tarde que Europa o Estados Unidos va muy equivocado. En 1927 ya existían asociaciones para disputar los primeros partidos de fútbol femenino aunque de forma no oficial. Mientras tanto, en aquellos tiempos Inglaterra vivía la prohibición del fútbol femenino. Y es que la historia pasa por seguir escribiéndose este verano de 2023. En Costa Rica lo saben bien.

Imágenes de Getty Images.