El fútbol femenino canadiense dice basta ante la falta de apoyo económico por parte de la federación

Debido a la falta de apoyo económico, las futbolistas de Canadá renunciaron a representar a su Selección hasta solucionar un conflicto que llevaba meses gestándose en la sombra. La amenazadora reacción por parte de la Federación obligó a las jugadoras a recular ante su decisión y disputar una She Believes Cup marcada por la inestabilidad a pocos meses del Mundial. Muchas preguntas y pocas respuestas para las campeonas olímpicas durante la lucha contra la brecha en un país donde el fútbol femenino ha pasado a un segundo plano a pesar de los grandes éxitos a nivel internacional. Sin embargo, siempre hay una luz al final del túnel, y Canadá ha llegado a tiempo.

¿Qué ha sucedido con la Selección?

El pasado 10 de febrero, Christine Sinclair y Janine Beckie anunciaron en The Sports Network (TSN), el canal de televisión especializado en deportes de Canadá, la intención de huelga por parte de las futbolistas representantes de la selección canadiense. Una acción en modo de protesta ante los recortes presupuestarios sobre la sección femenina pocos días antes del inicio de la SheBelieves Cup y a seis meses del Mundial en tierras oceánicas. Noticia bomba para el mundo del fútbol femenino y muchos interrogantes con respecto a las vigentes campeonas olímpicas tras conquistar el oro en Tokio el pasado verano de 2021. Junto a las declaraciones de ambas futbolistas, la Asociación de Futbolistas Canadienses publicó un comunicado denunciando la situación y advirtiendo de un parón indefinido hasta encontrar solución:

A pesar de nuestro sólido historial de logros históricos durante más de una década, se nos sigue diciendo que no hay dinero suficiente para financiar adecuadamente nuestro programa. Llevamos más de un año negociando pacientemente con Canada Soccer. Las futbolistas tenemos que prepararnos para rendir a un nivel de categoría mundial sin el mismo nivel de apoyo que el que han recibido en los últimos años los futbolistas y con recortes significativos en nuestro programa, que simplemente nos las arreglemos con menos. Esta es una carga inaceptable para poner sobre los hombros de nuestras jugadoras, especialmente en el ciclo más crucial del equipo” declaraban las futbolistas.

Cuando mejor parecía encontrarse el “soccer” en Canadá, este revés hacía tambalear la estructura de una de las selecciones más prestigiosas y en un estado de forma excelente ante una de las citas más esperadas del año acechando. De hecho, el país canadiense estuvo bajo el foco meses atrás con la presentación de su nueva liga profesional de cara a 2025. Un verdadero paso adelante para Canadá, que llevaba muchos años tratando de conseguir la profesionalización de un por ahora fútbol invisible a pesar del éxito a nivel internacional. Bajo la batuta de Diana Matheson, exfutbolista canadiense, la nueva liga contará con ocho equipos, divididos en dos conferencies, y con el objetivo de “cambiar el panorama del fútbol en Canadá para que las jugadoras puedan desarrollarse y jugar profesionalmente aquí, en lugar de tener que irse al extranjero para triunfar”.

Más allá de lo que supone esta buena noticia, el comunicado por parte de las futbolistas recibió la respuesta de la Federación declarando un “historial comprobado de apoyo al fútbol femenino” en un documento donde alegaban que “la equidad salarial para nuestra selección nacional femenina es el núcleo de nuestras negociaciones en curso con las jugadoras. Canada Soccer no aceptará ningún acuerdo sin ella. Es por eso que, después de meses de negociaciones con las jugadoras de nuestra selección nacional femenina y su asesor legal, Canada Soccer ya emitió un pago retroactivo de mutuo acuerdo”.

A ello respondió la propia Sinclair a través de Twitter con un pantallazo donde quedaba visible el presupuesto para ambos equipos masculino y femenino. Especialmente dejando en evidencia los recortes en inversión para las mujeres. Incluso desde la Selección masculina, los jugadores se volcaron en dar todo su apoyo a sus compañeras, ante la inoperatividad de la federación durante los últimos meses. De hecho, el conflicto en Canadá no es nuevo. El pasado junio de 2022 la Selección masculina se negó a jugar un amistoso frente a Panamá por su disconformidad con los premios económicos acordados tras su clasificación al Mundial de Qatar y exigiendo el ‘Equal Pay’ para sus homólogas. Algo que todavía no ha sucedido y que ha llevado a un conflicto interno en un momento delicado de la temporada.

She Believes Cup: El apoyo vence entre un ambiente tenso

A pesar de declararse en huelga, las futbolistas de Canadá se vieron obligadas a disputar la She Believes Cup para evitar represalias por parte de la federación. Una victoria y dos derrotas resumen las sensaciones de una selección cargada mentalmente en su preparación para el Mundial de este verano. Sin embargo, el apoyo recibido por parte del panorama futbolístico ha sido la nota positiva durante estas últimas semanas. Especialmente por parte de la selección estadounidense en el primer partido del torneo, lo que sirvió como altavoz para el cuadro dirigido por Beverly Priestman. La derrota por 2-0 y la rivalidad entre ambos combinados paso a un segundo plano en una muestra de solidaridad ante la búsqueda de la igualdad de derechos, algo en Estados Unidos conocen muy bien.

Por ello, antes del inicio del partido, todas las futbolistas se reunieron en el centro del campo para formar un círculo con una cinta morada en la muñeca. Además, las futbolistas canadienses vistieron una camiseta también de color morado con las palabras de “Enough is Enough” (Basta ya) escritas a mano mientras sonaban los himnos nacionales. Las imágenes no tardaron en inundar las redes. “Obviamente, somos competidoras en el césped, pero el mundo del fútbol femenino es muy pequeño y, en última instancia, nos apoyamos mutuamente”, dijo Christine Sinclair, la capitana canadiense. Además, también agradeció que las jugadoras estadunidenses se unieran a su protesta. “Su apoyo ha sido increíble. Realmente han ayudado a amplificar el mensaje y hacerlo funcionar en todo el mundo”. Días antes, las jugadoras ya se habían reivindicado usando sus camisetas de entrenamiento del revés, tapando el logo de la federación.

Tras caer ante Estados Unidos en un partido donde el aspecto mental hizo mellas sobre las futbolistas, Canadá se hizo con la victoria frente al combinado brasileño. Los goles de Vanessa Gilles y Évelyne Viens dieron los primeros tres puntos al equipo. Sin embargo, en el último encuentro, las de Beverly Priestman volvieron a perder, esta vez con un 0-3 ante Japón. Quedó en evidencia el aplastante dominio de la selección estadounidense con un pleno de victorias ante tres equipo que sumaron los mismos puntos. Eso sí, la diferencia de goles dejó a Canadá en la última posición. “Esto no ha terminado. Seguiremos luchando por todo lo que nos merecemos y venceremos. La SheBelieves se está jugando en plena protesta”. Las palabras de Sinclair ya dejaron entrever cuál era la situación, y seguramente el resultado ha sido el esperado.

John Herdman, el gran exponente del fútbol canadiense

Detrás de la gran imagen futbolística de Canadá encontramos una figura fundamental. Se trata de John Herdman, actual seleccionador del equipo masculino. Nacido en Inglaterra y forjado en el futbol formativo del Sunderland, logró hacer historia tras clasificar a la selección canadiense al pasado Mundial después de 36 años. Pero la cosa no acaba aquí. Con el regreso de una Canadá que había brillado en el clasificatorio de la CONCACAF, Herdman se convirtió en el primer entrenador en disputar tanto un Mundial masculino como femenino. Y es que en el currículum del inglés encontramos un total de cuatro citas mundialistas, dos de ellas con el combinado femenino de Nueva Zelanda, otra con la selección canadiense femenina y la última participación con el equipo masculino.

No cabe duda de lo importante que ha sido John Herdman para catapultar el fútbol en Canadá. Tras un gran rendimiento en el fútbol oceánico, la federación canadiense decidió contar con un entrenador sin pasado futbolístico, pero con un estilo meticuloso e innovador. Basado en el control del juego, y dándole mucha importancia a los aspectos mentales del deporte, fue capaz de levantar a un equipo que recién había sido eliminado del Mundial en 2011 sin sumar ningún punto en la fase de grupos. De hecho, Herdman dotó a Canadá de identidad y pocos meses después de su llegada consiguió ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos. Además, un año después, el equipo se haría con el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres. En 2015 llegaron a cuartos de final en el Mundial, y en 2016 volverían a colgarse el bronce en las Olimpiadas.

Tras haber llegado hasta la cuarta posición del ranking mundial de selecciones, en 2018, el técnico inglés daría un paso al lado para unirse al equipo masculino dejando un enorme legado. No solo los buenos resultados convirtieron a John Herdman en una de las claves del crecimiento del fútbol femenino canadiense. Su recorrido potenció el cambio generacional, además de crear una estructura sólida en las categorías inferiores. Eso sí, los asuntos económicos siempre supusieron un problema para el equipo. “Cabría pensar que el proyecto estaría en una posición mucho mejor económicamente, pero no fue así. Aunque la selección femenina había conquistado el corazón del país, seguíamos sin poder generar los ingresos que nos hicieran subir de nivel” reflexionó en una entrevista para FIFA.com.

El fútbol, una gran brecha en Canadá

Más allá de lo sucedido en estas últimas semanas, hay una cuestión de trasfondo que no puede ser pasada por alto respecto al fútbol en Canadá. Tal y como nos cuenta Ian Kennedy, periodista deportivo para medios como The Hockey News y Yahoo Sports NHL, existe una brecha importante en el país. “A pesar del éxito a nivel internacional, el fútbol no ha conseguido convertirse en el foco de atención. Quizás el problema más obvio es el énfasis en el hockey en Canadá, y que la mayor parte del enfoque nacional gira en torno a los deportes de invierno”. A pesar de este aspecto, también cabe resaltar que en el propio hockey femenino las deportistas se han visto condicionadas por los aspectos económicos. “Las jugadoras de hockey también están mal pagadas, por lo que es probable que sea más una faceta de la masculinidad hegemónica en Canadá”.

Pero regresando a Canadá Soccer, según la periodista canadiense especializada en deporte femenino Rachel Steinberg, “el conflicto en realidad se ha estado gestando durante mucho tiempo, con negocios y acuerdos bastante complicados en torno a la formación de la Premier League canadiense y su configuración financiera junto a la federación”. Y es que la inversión en deporte, especialmente el femenino, no se ha dado a pesar de las múltiples promesas por parte del ente regulador. Por ello, la mala gestión financiera y la falta de transparencia han llevado al colapso por parte de las futbolistas con una cita tan importante a la vista. La falta de recursos, especialmente para los programas juveniles, y la poca sostenibilidad financiera, dejan un futuro hostil para el panorama futbolístico de la sexta mejor selección a nivel internacional.

A pesar de ello, la reciente renuncia de Nick Bontis, Presidente de la Federación de Fútbol de Canadá, quizá suponga la luz al final de un túnel que cada vez parecía más oscuro. Tras haber sido elegido en el cargo en noviembre de 2020, el ya exmandatario deja una legislatura con la clasificación al Mundial de Qatar y la candidatura vencedora para formar parte de la próxima cita mundialista masculina junto a Estados Unidos y México. Un legado plenamente condicionado por el amargo conflicto laboral, pero que demuestra un suficiente tiempo de reacción ante la presión ejercida por las verdaderas protagonistas, las futbolistas.

Tras la dimisión de Nick Bontis, el fútbol canadiense celebra una victoria burocrática tras alcanzar un principio de acuerdo entre futbolistas y federación para la equiparación económica entre ambas selecciones. En tiempos de reivindicaciones en países como Perú, Francia y España, Canadá se ha alzado vencedora con la llegada de Charmaine Crooks, la primera mujer al frente de la federación: “Se ha llegado a un principio de acuerdo con las jugadoras de la Selección Femenina para la financiación provisional de 2022. Los términos del acuerdo reflejan un acuerdo similar al de los jugadores de la Selección Masculina que incluye incentivos por partido y compensación basada en resultados” decía el comunicado.

Solo dos días después de llegar al cargo, llegan soluciones a un problema que parecía desestabilizar a una selección en gran estado de forma. Sin embargo todo parece haber vuelto a la normalidad, dejando atrás la She Believes Cup marcada por la disputa laboral. Con ello se abre un nuevo abanico de posibilidades, nuevas oportunidades para las futbolistas en su preparación al Mundial, y una apuesta firme por la igualdad. Nuevo país que se suma a una causa que en estos tiempos modernos, donde las sociedades avanzan a cámara lenta, no debería ser justificada, sino justa. La mayor victoria que podría celebrar Canadá es esta victoria a tiempo.

Imágenes de Getty Images.