Anna Gómez: «No estaba lista para volver, quería más»

Fútbol y ‘soccer’, dos estilos de vida muy distintos que pocos afortunados conocen tan de cerca como Anna Gómez. De vivir su infancia en El Pont de Vilomara a madurar al otro lado del charco. Hoy hablamos con ella

De un pueblo de 4.000 habitantes y toda una infancia influenciada por el fútbol vistoso y de posesión a cruzar el charco para disfrutar del ‘soccer’, mismo deporte pero una concepción totalmente diferente y en el que Anna Vila no ha dicho todavía la última palabra.

Llegó a Estados Unidos para jugar en una universidad de Kentucky con tan solo 18 primaveras y hoy seis, casi siete años más tarde, ha cumplido su sueño y está más cerca de hacerlo grande. Ahora Anna trata de mantener su carrera en Norteamérica, siempre ligada al deporte y con el objetivo de que al otro lado del charco sigan disfrutando de su exótico pero atractivo fútbol porque como ella dice: “Ningún sueño es demasiado grande”.

Anna Gómez empezó jugando con chicos ante la escasez de equipos femeninos en la zona, un denominador común en su generación. La maga del Pont de Vilomara se deshizo pronto de los denominadores comunes cuando tuvo el atrevimiento de ser diferente y cruzar el charco. Un atrevimiento que recuerda al de su ídolo, Carles Puyol quien marcó la infancia de nuestra protagonista.

En Regate Femenino hemos tenido el placer de hablar con Anna Vila para hacer un viaje por el crecimiento del fútbol femenino, los contrastes entre Estados Unidos y Europa, la igualdad salarial y las propias metas de nuestra protagonista.

Anna Gómez con Sailfish, Palm Beach University

¿Quién es Anna Vila? 

La gente aquí me llama Anna ‘la catalana’. Empecé en un pueblo muy pequeño y siempre le decía a mi madre: “voy a ir a jugar a Estados Unidos”, su respuesta era: «sí claro y yo voy a tener un yate”. Luego ya empecé a ver que era posible y hasta hoy.

¿En qué momento te empezó a llamar el fútbol en un pueblo relativamente pequeño?

Soy del Pont de Vilomara, al lado de Manresa. Mi padre jugaba a fútbol y nos puso a mi y mi hermano mellizo a jugar a fútbol a los tres años. Empecé jugando con chicos, no había otra opción. Al principio fue un poco difícil cuando eran todo niños y eres solo una niña.

A los 11 años tuve que dejar el equipo de mi pueblo porque ya no podía seguir jugando con chicos, me fui a jugar a Manresa y de allí a Igualada.

Viviste en una etapa donde las chicas empezaban jugando con chicos en fútbol 7, hoy eso empieza a cambiar y vemos más equipos únicamente de chicas con siete-ocho años ¿Qué opinas de ello?

Ahora hay muchas más niñas, pero si tuviera que elegir a esas edad seguiría jugando con chicos Al final es un juego más fuerte, más rápido y aprendes más. Está muy bien que no tengas trabas ni impedimentos.

¿En qué punto estás ahora mismo? ¿Estás compitiendo en estas fechas?

Ahora estoy intentando entrar en la liga de la USL W que es la más fuerte en estas fechas. A lo mejor encuentro un equipo en Kentucky por lo que me tocaría volver allí. Lo bueno de estos equipos es que te ofrecen casa, comida y además tienes la suerte de conocer otro estado. Ahora es ‘offseason’, entrenas y vas al gimnasio pero no compites. En estos momentos no estoy con el equipo. Ya he hecho mis años, han sido seis y ya no puedo jugar más tras terminar los reglamentarios como universitaria. Me encuentro con un agente buscando equipo. Mi idea es seguir jugando aquí aunque el fútbol sea mucho más diferente al de España.

Anna Gómez en su etapa en el fútbol catalán. Imagen en una concentración de la Federación Catalana de Fútbol.

¿Has llegado a ver o ves el fútbol como una salida profesional como jugadora? 

Cuando vine me dije: “voy hacer los cuatro años de universidad y me vuelvo” pero me gustó la calidad de vida, la libertad que tienes aquí de hacer lo que quieras. Cuando acabé de jugar en Kentucky surgió la oportunidad de ir a Miami y ahora trato de probar suerte desde aquí.

¿En qué momento decides marcharte a USA? ¿Qué proceso seguiste?

 El bachillerato (en España) me cambió el ‘chip’. Pensé que no quería estudiar tanto, estaba muy estresada. Decidí buscar una salida a Estados Unidos. Al llegar a Kentucky estaba con una chica de Mataró. Llegas y ves todo diferente fue un ‘shock’ pero me adapté muy bien.

¿Cómo valoras tu etapa en la universidad de Bulldogs Kentucky?

Académicamente los estudios son muy fáciles comparados con España. Futbolísticamente no había mucho nivel. Estaba en un pueblo de 3.000 habitantes, a nivel de fútbol fue flojo. La mayoría de compañeras eran norteamericanas pero también había muchas brasileñas.

¿Notaste el cambió en la forma de entrenar respecto de un país al otro? 

Por poner un ejemplo, el hecho de llegar a un entreno y hacer un rondo, aquí no lo tienen. Es diferente, llegar y cada uno a su bola. Pases largos, correr. Sí que hay táctica pero muy diferente, mucha menos posesión.

Anna Gómez en un partido con la universidad de Palm Beach Atlantic University.

¿Qué te llevó hacer el cambio de chip y seguir apostando por Miami? 

Cuando acabé en Kentucky me sentía como que no estaba lista para volver a España y quería más. Me quedaban dos años para jugar y decidí gastarlos. Yo misma me dije que quería irme de aquí porque estaba en medio de la nada.

«Surgieron dos posibilidades, venir aquí (Miami) o ir a California. Al final elegí Miami porque la otra opción estaba muy alejada de la costa, probé suerte y aquí estoy, en el paraíso.

sobre su salida de Bulldog’s Kentucky

Este año ya no estás jugando en Sailfish pero ya con la carrera terminada: ¿Con qué ocupas ese tiempo?

“Principalmente trabajar. Trabajó en una academia de tenis como entrenadora personal. También hago de árbitro los fines de semana. Entrenando mucho en campo y en gimnasio, jugando también mucho a teqball.” 

Por desgracia en España el mal trato hacia el árbitro se ha convertido en algo habitual ¿cómo es en Estados Unidos?

Igual. Depende un poco de la zona donde estés, sí vas más para el norte, la gente juega muy bien y están más calmados pero cuando te vas más hacia Miami, hacia el sur es mucho más intenso”.

Has podido jugar en diferentes estados ¿Hay diferencia a nivel futbolístico depende en que parte del país te encuentres?

Sí, depende de la zona. Aunque se divide más por universidades, cada estado tiene su universidad y depende en la zona del estado que estés el fútbol cambia mucho. En las ciudades más grandes suele haber mayor nivel aunque por ejemplo nunca he conocido a nadie de Nueva York que juegue a fútbol.

Anna Gómez durante su etapa en Bulldog’s Athletic en Kentucky,

Ciencias del deporte: ¿Por qué elegiste esta carrera?

Cuando vine aquí quería hacer otra cosa: ‘Athletic Trainer’. Es como un fisio pero no está catalogado como doctor, simplemente se centra en los atletas. Al llegar a la universidad quitaron esa carrera porque la querían rehacer. Entonces me fui a ‘Ciencias del ejercicio’, pero en España no hay nada equivalente, por lo que si vuelvo no me convalidarán.

¿Qué te llevó a inscribirte en el Draft de la NWSL?

Al contactar con el agente este me lo propuso. Aunque una vez te inscribes ya no puedes jugar más a nivel universitario, probé suerte, no tenía nada que perder. Nunca se sabe, una vez estás allí alguien ve tu vídeo. No pierdo nada. Ahora también va a llegar una nueva liga de fútbol femenino a Estados Unidos, la USL W. Querían traerla para este año pero finalmente se ha atrasado.

Cada vez hay más ligas de fútbol femenino en Estados Unidos. ¿A qué crees que se debe?

Es algo que llega influenciado por Europa porque cada vez hay más jugadoras y no queda otra opción que incrementar las ligas. «Aquí solo tienen una liga de mujeres cuando en España tienes 25 divididas en diferentes niveles.

Aquí las chicas han empezado a jugar más, muchas ya no quieren trabajar en una oficina sino ser futbolistas profesionales.”

sobre las ligas cerradas de Estados Unidos y el contraste con España.

¿Cómo se vive de cerca una liga cerrada como la NWSL y tan diferente a Europa?

Aquí el dinero es mucho, aquí la gente se levanta pensando en dinero. En la universidad puedes ganar lo que quieres pero al final no hay más ligas por lo tanto no tienes la opción de ascender.

Anna Gómez en un partido con la universidad de Palm Beach Atlantic University 2.

¿Cuál es el día a día de una jugadora universitaria en USA? 

Cuando estaba en Kentucky la gente tenía tres clases máximo por día. Por ejemplo de ocho a doce de la mañana. Después te vas al entrenamiento que suele ser a las 15:00 o a las 17:00 como mucho. Durante la temporada sueles jugar un partido a la semana pero en pretemporada podían llegar hasta a tres. De hecho en pretemporada solíamos levantarnos a las seis de la mañana para ir al gimnasio. Lo normal era llegar hacer tres entrenamientos en un día ya que no teníamos clases. Otro de los aspectos es que cuando llegas puedes elegir donde vivir, ya sea en el campus universitario o fuera. A los internacionales les gusta vivir fuera porque suele ser más barato. Yo vivía fuera, con una chica de Sevilla y después viví con tres catalanas y una brasileña.

¿Cómo es un día de partido en USA? 

Llegamos dos horas antes al vestuario y tenemos el training room. Allí estiramos, hacemos rehabilitación, y tenemos todo el tiempo del mundo. Después vamos al vestuario, hay charla con el entrenador y calentamos entre 40 y 50 minutos antes de jugar. Comparado con España la cantidad de tiempo me paree una locura. Cuando jugaba en España calentábamos como mucho 20 minutos. Aunque es cierto que a pesar de ser calentamientos tan largos se pasa rápido.

Has podido vivir el ambiente dentro de un vestuario en España y dentro de un vestuario en USA ¿Cuál es la diferencia? 

El vestuario de Kentucky era diferente al de aquí (Miami). No había ni duchas ni nada, solo para sentarte y dejar las cosas. Aquí sí que hay duchas aunque casi nadie las utiliza. Eso de llegar antes al entrenamiento para ir al vestuario no existe. Sí que se utiliza el vestuario para partidos que jugamos en casa y hacer por ejemplo un fútbol tenis con una red que tenemos allí. También ponen música pero es más frío.

¿Crees que ha cambiado tu forma de jugar desde que llegaste a Estados Unidos?

En España aprendí a jugar a fútbol, con el balón (risas). En Estados Unidos mi nivel era alto comparado con las chicas de aquí pero ellas me ganaban físicamente. Aquí son máquinas pero luego les das un balón y no son tan capaces. No piensan tanto, la entrenadora les da unas pautas y no salen de ellas.

Anna Gómez en un partido con la Universidad de Bulldog’s Athletic, Kentucky

Después de 5 años jugando en USA: ¿Crees que te costaría nuevamente la adaptación al fútbol español? 

Sí, creo que sí. Aunque hace mucho que no juego en España, igual ha cambiado. Por ejemplo aquí (USA) cada vez empiezan a tocar más balón y a ser más diferentes. Me gustaría probarlo pero creo que físicamente sería superior pero no con el balón.

¿Cómo te defines a nivel de juego?

Normalmente juego en la mediapunta. Hago el último pase, soy creativa, me gusta utilizar recursos para driblar, me encanta. Ojalá ser como Iniesta… (comenta con rirsas).

¿Cómo se valora el fútbol español desde USA?

Ven a España con mucho nivel. Aquí la gente con ser de España ya te considera buena jugadora y no tiene por qué. Conocen el ‘tiki-taka’ y conocen Barcelona.

Crees que desde España le damos al ‘soccer’ la importancia que merece?

Mi mejor amigo y mi madre siempre me dicen que no he mejorado con el balón pero es obvio que físicamente he mejorado mucho. La gente en España concibe el ‘soccer’ como el fútbol de chutar el balón y correr detrás.

¿Cómo has vivido desde Estados Unidos la generación dorada del fútbol femenino llegando a ganar dos Mundiales?

He ido a ver partidos y los niños ya llevan las camisetas de sus jugadoras, eso se nota. Viví la Copa del Mundo de 2018 y fue algo increíble, la gente lo apoyó muchísimo. Ahora tengo muchas ganas de que llegue el Mundial de este verano.

Anna Gómez en un entrenamiento con Palm Beach University

¿Por qué crees que se da o se ha dado históricamente la superioridad de las jugadoras estadounidenses sobre el resto de selecciones?

La forma física hace mucho. Juegan muy simple. Aunque sinceramente creo que este Mundial no lo va a ganar Estados Unidos. Por ejemplo la última vez que se enfrentaron a España, terminó ganando España con ‘el segundo equipo’.

«Creo que este Mundial de 2023 va a servir para que la gente en España apoye más el fútbol femenino.”

¿Qué característica del fútbol estadounidense aplicarías al fútbol femenino español?

La igualdad salarial. Aquí se consiguió hace poco (marzo 2022) pero no se ha oído hablar mucho hasta el Mundial masculino. Después de pasar los hombres de fase de grupos, ellas recibieron más dinero que tras ganar los dos mundiales. La gente dice que cobran lo que generan pero aquí se vieron más las dos últimas finales femeninas que el último Mundial masculino.

¿Qué le falta a España como sociedad para que el apoyo al fútbol femenino se asemeje un poco más?

Yo creo que aquí les llega más el sentimiento de feminismo. Yo empecé a ver un cambio en España con el ascenso del Levante Las Planas, es un campo pequeño pero siempre está lleno. Eso ya es un paso..

¿Qué piensas cuando recuerdas tus inicios en el Pont de Vilomara y te ves ahora tan lejos de casa?

Es un paso muy grande el empezar a jugar a fútbol con niños y que nadie crea en ti ahora que hay gente que te admira, es increíble. Allí la gente me ve como extranjera y me apoya, la verdad que se agradece.

¿En qué jugadora sueles fijarte?

“Jennifer Hermoso o Claudia Pina aunque esta última sea menor que yo.

¿Un/a referente a nivel deportivo?

“Carles Puyol. Desde que era pequeña escogí el número cinco. Es un ídolo, la pasión con la que vive el fútbol es con la que lo vivo yo.

¿Una persona que haya sido referencia en tu vida?

“Mi madre. La vida por muchos obstáculos que tenga siempre ha ido hacia adelante. No le ha hecho falta mucho para ser feliz y eso me encanta.