La jornada de la vergüenza

Lo que tenía que ser un estreno por todo lo alto para el fútbol femenino español, acabó sin árbitras en los estadios y con la jornada suspendida
Liga con F de familia, futbolistas, futuro, fantasía, fair play, fútbol, femenino… pero también de fracaso. Este fin de semana empezaba una nueva era, aunque las cosas no han salido como se esperaban. La profesionalización que se había prometido todavía está por llegar. Si el año pasado ya hubo problemas con el tema de los parches y la RFEF, esta temporada el fútbol femenino no se ha librado de ellos. Los problemas han llegado a raíz de las condiciones económicas sobre el colectivo arbitral. No ha habido un consenso entre las distintas partes, y finalmente las colegiadas decidieron no presentarse a los partidos en modo de protesta.
Un golpe duro para la nueva organización, que en estos primeros meses está viviendo una de cal y otra de arena. Todo empezó con el lío del calendario de la competición. Se anunciaron dos sorteos paralelos, uno por parte de la RFEF y el otro por parte de la LPFF, dirigida por Beatriz Álvarez. Finalmente, corrió a cargo de la Federación Española según la resolución del Consejo Superior de Deportes (CSD). Y de hecho ese sorteo definitivo también tuvo su polémica, ya que se produjo un error a la hora de sacar la combinación de números.
Aun así, la gran noticia, que se hizo esperar, fue la compra de los derechos por parte de DAZN. La plataforma de deportes con sede en el Reino Unido daba un paso adelante y tras una gran cobertura de la UWCL la pasada temporada, se haría también con la liga española. Un verano donde han conseguido hacerse también con los derechos de cinco partidos de LaLiga. Movimiento que da a entrever el crecimiento que ha vivido este servicio en “streaming”. Pero no solo eso, pese a ser una plataforma de pago, varios partidos de la primera jornada se iban a retransmitir a través de su canal de Youtube.
Una noticia muy positiva que hacía olvidar el desastre propiciado por la RFEF, pero las cosas tenían que seguir su curso, y como es tradición en el fútbol femenino, no todo podía ir bien. Se presentó con éxito el nuevo nombre de la competición, Liga F, pero tras ello el colectivo arbitral decidió lanzar un comunicado denunciando su situación y dando a entender que no dirigirían ningún partido si no se encontraba solución. Precisamente Guadalupe Porras y Marta Huerta de Aza habían comparecido días antes en una rueda de prensa exponiendo las malas condiciones tanto ecónomicas como laborales.

En la reunión la LPFF ofreció 1.650€ para árbitras principales y 825€ para asistentes. La RFEF reclama unos 21.000€. Una cantidad que según ellos debería propiciarla el gobierno. Aun así se habla poco de los 3.300€ que cobraron durante la pasada temporada por cada partido. Una cifra de la cual apenas llegó al sueldo de las colegiadas. Precisamente recibían cantidades muy bajas que apenas permitían tanto a árbitras (330 por encuentro) como asistentes (160 por encuentro) poder vivir con exclusividad de ello.
Toda esta polémica dejaba el inicio de la competición en el aire. Las tres organizaciones, LPFF, RFEF y CSD, se reunieron junto al colectivo arbitral para aclarar la situación, pero ninguna de las partes se entendió. Con ello el lunes darán una rueda de prensa explicando los motivos de la huelga, aunque detrás del asunto hay muchas sombras. Se ha criticado a las árbitras, aunque el foco debería estar puesto en las dos principales organizaciones, la RFEF y la LPFF. Y concretamente en dos nombres, Luis Rubiales y Javier Tebas (aunque tenga poco que ver con la organización dirigida por Beatriz Álvarez).

Parece que la RFEF ha querido utilizar a las árbitras para cargar con la nueva Liga F. A parte de que ninguno de los representantes acudió a la presentación de la competición, lo más importante aquí es que los salarios de las árbitras le competen a la organización dirigida por Luis Rubiales. De toda esa profesionalización que se prometió todavía no ha llegado nada, y el fútbol femenino ha intentado ser independiente, pero no le han dejado. Esta vez por el problema de unas árbitras como víctimas y de un presidente que quiere controlarlo todo, aunque todavía tiene que partirse el pastel con su querido amigo Javier. Veremos si con Beatriz Álvarez en escena, nuestro querido deporte deja de sufrir e intenta volar. De momento pierde el primer asalto.
Fuente de la portada: Inma Flores, Diario AS