Día para la historia, con un nuevo récord mundial en el Camp Nou y una goleada que acerca a las blaugranas a la final de la deseada Champions

Una vez más, el Barça logró batir el récord mundial y volvió a demostrar ser un equipo imparable. La cosa va de números. 91.648 aficionados en el Camp Nou y un 5-1 frente al Wolfsburgo. No ha sido fácil elegir un título para relatar todas las emociones vividas. Solo me entra una palabra en la cabeza. Histórico. Y es que tras lograr el récord hace unas semanas frente al Madrid, varias preguntas rodeaban este día. ¿Superarán las cifras? ¿Lograrán vencer a su bestia negra? ¿Se repetirá el ambiente? Todas fueron respondidas, y de qué forma.

Pero empecemos por el principio. Tras eliminar 5-2 al Real Madrid en un auténtico partidazo, el Barça logró superar sus dos encuentros de liga ante Villarreal y Valencia. Mientras, el Wolfsburgo llegaba a la ciudad condal tras dos victorias consecutivas ante su máximo rival, el Bayern, recuperando además la primera plaza de liga. En cuanto al Camp Nou, no habían sido unos días muy positivos para el colosal escenario, tras el asalto del Eintratch con 30.000 alemanes viendo el partido, además de la derrota contra el Cádiz.

Pero el 22 de abril amanecía con aire fresco. Víspera de Sant Jordi y con un partido ilusionante. Como en cada partido, Barcelona ya estaba preparada. Horas antes el ambiente se hacía ver, y las banderas ondeaban por toda la ciudad. Algo bonito estaba por ocurrir. A las 17:10, los aficionados recibían a sus jugadoras en la entrada del Camp Nou. A las 18:45, arrancaba el encuentro con un estadio a rebosar y con las bufandas por todo lo alto. Aún no se daban cifras, pero el contador iba subiendo poco a poco. Algo grande estaba por llegar.

Solo tardaron dos minutos en abrir el marcador. Aitana Bonmatí recibió un pase por Fridolina Rolfö y se escurrió por la defensa para batir a Schult. El Wolfsburgo trató de rearmarse al instante, pero si alguien esperaba un partido tranquilo, estaba equivocado. Poco después, Rolfö avisó con un disparo desde la frontal, y en el diez, Caroline nos regalaba un gol de escándalo frente a su ex equipo. Con muchos minutos por delante, las alemanas tenían margen para tratar de darle la vuelta al partido. De hecho, Irene Paredes y Sandra Paños solventaron una doble ocasión de Huth, pero apenas pasaban los minutos, las sensaciones para las visitantes eran malas. El Barça estaba pasando por encima.

Jenni se unió a la fiesta para poner el tercero tras una gran acción de Marta Torrejón, pero todavía faltaba una persona para unirse a la fiesta: Alexia Putellas. No nos hizo esperar. Cinco minutos después, la mejor jugadora del mundo recibía en tres cuartos de campo y tras plantarse delante de Schult, el balón se hizo de rogar antes de entrar dentro de la red. Euforia antes de un descanso más que merecido para el equipo de Giráldez, que dejaba en 45 minutos la eliminatoria sentenciada.

Fuente: FCB Femení

Intentó reaccionar el Wolfsburgo, que salió con otro ánimo, pero las cosas seguían sin salir. El dominio blaugrana era estremecedor, y si no fuera por Schult, podrían haber llegado muchos más goles. Lo intentaba la joven Jónsdottir, superada en todo momento. También tuvo una tímida ocasión la más incisiva, Svenja Huth, pero el Barça llegó a meter el quinto gol mediante Crnogorcevic, aunque acabó siendo anulado por un fuera de juego milimétrico. Por milímetros fue también como llegó el tanto de Jill Roord, y tras una larga revisión, este sí subió al marcador. Poco afectó al curso del partido, porque el Barça siguió a lo suyo, atacando y buscando el gol, que finalmente llegó desde los once metros. Turno para Alexia, que metió la manita en el 85 y fue sustituida en el descuento para llevarse una enorme ovación.

5-1. Un resultado que en 2020 parecía imposible cuando el Wolfsburgo conseguía llevarse el encuentro en Anoeta para eliminar en semifinales al Barça con un solitario gol de Rolfö. Dos años después, y delante de miles de personas, las blaugranas han conseguido deshacerse del pasado y vencer a otro de los equipos favoritos. En espera de la vuelta, todo indica que Turín está a 90 minutos, y es que dejando este nivel, el equipo es capaz de superar cualquier reto que se ponga delante. Así que tras una tarde inolvidable, tocaba dejar constancia de ello, aunque ni las 738 palabras de este artículo van a ser capaces de representar lo vivido. Ya lo dicen: las imágenes hablan por sí solas.