Jade Boho: «No sé si ya ha llegado el momento de decir adiós»

Hablamos con Jade Boho, jugadora del Servette, sobre su nueva experiencia en el extranjero tras una larga trayectoria dejando goles en las porterías españolas
Cuando el Servette llamó a la puerta, Jade Boho no quiso desaprovechar la oportunidad. La delantera nacida en Valladolid pero con nacionalidad ecuatoguineana, necesitaba tranquilidad tras unos momentos complicados en Logroño, y el equipo suizo se lo podía dar. Recién campeones de liga por primera vez, con muchas opciones de jugar la fase de grupos de la Champions, era un proyecto muy ambicioso. Tras años en España dejando grandes recuerdos, quiso repetir en el extranjero como hizo en su etapa en Inglaterra, para conocer un nuevo fútbol, esta vez en Suiza. “Se ha vuelto a repetir el proceso, pero en etapas muy diferentes”.
Jade se encuentra en un gran momento tanto individual como colectivo. Suma ocho goles en liga y con un Servette en plena lucha por el título. A sus 35 años, es una realidad que la opción de retirarse ronda por su cabeza, pero quiere disfrutar de un final de temporada que puede ser apasionante. “Nos quedan partidos muy importantes que van a marcar este final de temporada”. Hablamos con ella para conocer sobre esta nueva experiencia en Suiza, su complicado paso por la Champions y el enorme crecimiento del fútbol femenino.
¿Cómo estás viviendo esta experiencia en Suiza?
La verdad es que muy bien. La adaptación ha sido rápida, porque además hay jugadoras que también son españolas y en el tema del idioma no he tenido ningún problema. Con el cuerpo técnico y el entrenador poco a poco me he adaptado a lo que me pedían, y pienso que ha salido todo bien. Pasito a pasito, todavía no ha terminado la temporada, pero desde que llegué me he sentido muy cómoda. Estoy feliz y tranquila, algo que necesitaba.
¿Qué te atrajo del proyecto a la hora de fichar por el Servette? ¿Tenías ofertas para quedarte en España?
Recibí alguna oferta en España, pero el proyecto que tenían aquí era bastante ambicioso y me gustaba más. Llegar a un club que tiene opciones a ganar la Liga, a luchar por la Copa y que juega Champions, fue lo que me hizo decantar. Antes de tomar la decisión, me pregunté qué es lo que necesitaba. Psicológicamente no estaba pasando por una buena etapa en mi vida, necesitaba estar tranquila, y quizá un club con ambición me lo podía dar. Al final tuve la suerte de encontrarlo, y saber que me encontraría con algunas ex compañeras como Paula Serrano y Sandy Maendly, con quienes jugué en el Madrid CFF, sumó a ello.

¿Supuso un cambio importante para tu vida?
Cuando en su momento tuve la reunión con el club, ya les dije que salir de España no entraba en mis planes. Con mi edad, tengo también otras prioridades. Una relación camino de 18 años, y el tener que salir, hacer las maletas hacia otro país, me suponía un grandísimo esfuerzo. Aun con esas, siempre tuve a favor a mi pareja, que fue quien me dijo: “piensa en tu felicidad y en lo que creas que es más conveniente para ti”. Ella siempre me ha animado en todos los momentos, y después de mucho sopesar decidí venirme aquí, y aunque la adaptación fue buena, estos cambios son difíciles.
Llegaste al equipo cuando estaban Marta Peiró y Paula Serrano, pero en verano también ficharon a Natalia Padilla e Ilona Guedeo, y en el mercado invernal a Malena Ortiz. ¿Cómo está siendo el tener a varias españolas en el equipo a pesar de estar lejos de casa?
Como te he dicho, en tema de idioma ha ayudado. Aquí, en esta parte de Suiza, Ginebra, se habla francés. Entonces, lo bueno es que la que no entienda francés habla inglés o español, por lo que siempre tienes un método de comunicación fácil.
¿Ha cambiado mucho tu visión respecto a tu experiencia en el extranjero cuando jugaste en Inglaterra?
Jugué en el Bristol Academy, donde di mi primer paso para probarme en una liga profesional, y quedé encantada. Por eso repetí y fiché por el Reading la temporada completa. En ese momento, para mí era un sueño salir de España y jugar en una liga profesional. Nunca había estado en una liga así, y a pesar de jugar en Primera División española, en aquellos momentos no tenía nada que ver con lo que es a día de hoy. Tenía mucha ilusión. Seguía mucho las ligas alemana, americana e inglesa, y me veía allí. Quería saber si era capaz de llegar a ese nivel algún día, y cuando tuve la oportunidad, me fui. Ahora, años después, sigo con la misma ilusión, pero mi sueño ya lo cumplí. Se ha vuelto a repetir el proceso, pero en etapas muy diferentes.
Con el Servette has podido jugar la Champions y llegar a fase de grupos. Lográis clasificar con resultados muy ajustados (Glentoran, Aland United y Glasgow City), pero luego os toca el peor grupo. ¿Qué sensaciones teníais? Por una parte ilusiona enfrentarse a grandes equipos, pero también con muy pocas opciones.
Jugamos la fase de clasificación ante equipos con un nivel muy parecido al nuestro, y al final la cosa era complicada, de allí a que los resultados fueran ajustados. Eran partidos de mucha competitividad. Un toma y daca constante que al final no sabías quien iba a ganar. En este tipo de partidos siempre acaba ganando el que marca más goles, el que está más concentrado, el que tiene menos errores… Costó mucho, y una vez clasificadas para esa fase de grupos tan soñada, justo nos toca el coco como decimos nosotras. El peor grupo de todos.
Te hace mucha ilusión enfrentarte a esos grandísimos equipos, pero por otra parte sabes que las opciones son mínimas y que van a ser partidos de mucho sufrimiento. Para mí, igual de especial que si nos hubiese tocado en otro grupo, porque nos viene muy bien a todos. Para las jugadoras y cuerpo técnico y así obtener más experiencia, para otras jugadoras que quizá no habían jugado antes la Champions y para el club supone un antes y un después. Con eso la ambición crece. Viene bien en todos los sentidos.
¿Cómo afronta una delantera este tipo de partidos sabiendo que el marcar gol es algo muy complicado?
Es muy frustrante. Tienes que estar bastante concentrada en este tipo de partidos porque si te llega una ocasión, debes meterla dentro. Es demasiado complicado, el trabajo defensivo es muy grande. Si te encuentras con una ocasión de peligro, ya no solo la cabeza, sino que las piernas no responden de la misma manera. Para las delanteras este tipo de partidos suponen mucho desgaste físico y mental. De todas formas, yo disfruté mucho porque hacía años que no jugaba Champions. Aunque por mucho que lo intentes hacer de la mejor forma posible y con la máxima ilusión son partidos complicados. En algunos estuvimos a punto de rascar el empate, como el 0-1 ante el Chelsea, donde sufrimos mucho desgaste defensivo pero conseguimos que no nos marcaran siete goles como en el partido de ida.

En cuanto a la liga, actualmente vais segundas. A solo un punto del Zurich. ¿Tenéis ganas de este final de liga?
Este año han cambiado el formato de liga respecto a la temporada pasada. Es cierto que estamos a un punto del Zurich, pero cuando terminemos los tres partidos de la fase regular, empezará la fase final con los ocho primeros clasificados. El primero se enfrenta al último, el segundo al penúltimo, y así sucesivamente. Esto ya lo hicimos en España hace muchos años atrás. Serán partidos de ida y vuelta, y si los ganas vas pasando fases.
¿Por lo que ahora el objetivo es acabar lo más alto posible no?
Ese es el objetivo, y se supone que si haces bien tu trabajo, tenemos que pasar las primeras fases. En caso de llegar a la final son un total de cinco partidos más, y si terminamos la temporada como estamos porque el Zurich no pierde ningún partido, nos tocará enfrentarnos ida y vuelta con las penúltimas (séptimas). Si superamos la fase, jugamos unas semifinales también ida y vuelta, y luego en la final, es donde nos jugaríamos la liga.
Defendéis campeonato porque el año pasado fue la primera vez que el Servette ganaba la liga. Además habéis perdido solo dos partidos, uno ante el Zurich y otro ante el Grashopper. ¿Deben ser los equipos a batir junto al Basilea también?
Para un equipo que lleva en la categoría tres años, ganar la liga y además jugar dos veces Champions tiene mucho mérito. Eso es que el club hace bien las cosas. Y en cuanto a estos equipos, sin querer despreciar a otros, son los más duros.
¿Qué tal estás viviendo esta temporada? Tienes un papel importante y estas marcando muchos goles.
Desde el primer momento me han hecho sentir bastante involucrada en todos los aspectos. Mis compañeras me tratan muy bien y me dan toda esa confianza que necesito. Luego también pienso que tengo la confianza del entrenador, y aunque él no me lo dice, lo demuestra con hechos. Si una jugadora juega de titular casi todos los partidos, quiere decir que para él eres importante. Por eso siempre intento corresponder de la misma manera. Demostrarle que la confianza es mutua. Si el confía en mi trabajo yo también en el suyo. Siempre hago todo lo posible para hacerlo bien en cada partido, y sobre todo si puedo aportar con goles.
¿Qué te está pareciendo el nivel de la liga suiza?
Es una liga muy competitiva, pero para mí todavía le faltan pequeños detalles que en España ya hace tiempo que lo dejamos atrás. Por ejemplo, para mí es muy importante que un club tengo jugadoras profesionales. Es decir, que puedan estar dedicadas al fútbol y a cuidar su cuerpo para estar en las mejores condiciones. No que tengan que trabajar durante el día y luego ir a entrenar por las tardes. Esto sigue pasando aquí, y si son trabajos físicos en el que tienes que estar de pie notas que baja el nivel.
Luego también hay una cosa que me extraña. No hay un balón unificado para la liga. Si vas a jugar contra Zurich juegas con un balón Nike, si juegas contra el Grashopper es Puma, otro tiene Adidas. A mí eso me parece un paso atrás, aunque aquí siempre ha sido así. Son pequeños detalles que marcan la diferencia.
En cuanto al tema de los partidos, en la liga suiza se pueden ver todos los partidos, algo que no sucede en España.
Aquí se pueden ver todos los partidos. En España es una catástrofe. Este año hemos dado pasos atrás con respecto al tema de los derechos de imagen. Veníamos haciéndolo muy bien, con incluso un noticiario en #Vamos en el que se hacía un resumen de todos los partidos. Eso me parecía fantástico. En países como Inglaterra ya hace tiempo que lo tienen, también en Alemania, y estábamos en el camino a seguir. Llegó la pandemia, se fastidió todo y este año estamos como estamos. Parece que se van retransmitiendo algunos, pero hemos dado un paso atrás. Quiero pensar que con la liga profesional todo esto cambie, porque necesitamos que los medios le den visibilidad. Se dice que el fútbol femenino no genera, pero si no haces una cosa atractiva es muy difícil. Puedes pasarte todo un domingo entero sin ver partidos.
«Lo que no quiero es retirarme con la silla de ruedas. No quiero dejar la sensación que estoy en las últimas«
¿A tus 35 años, estás en ese momento de la carrera en la que piensas que la edad puede determinar ciertas decisiones, o es algo a lo que apenas das importancia?
No le doy ninguna importancia. Físicamente todavía me encuentro bien, todavía aguanto. Aquí en el club tengo una compañera con la que me llevo fenomenal, pero me dijo que cuando fiché por el equipo y vio la edad que tenía pensó que llegaba para retirarme. Luego, dice que cuando me conoció y vio mi forma de entrenar y jugar, me pidió disculpas porque me encontraba incluso mejor que las chicas de veinte años. Algo que queda como una anécdota. Pero con los entrenadores igual. Siempre se están riendo porque en los test que hacemos me ven como una chica joven. Ellos creen que estoy bien, y si yo también me siento bien, supongo que significa que todavía aguanto. Lo que no quiero es retirarme con la silla de ruedas. No quiero dejar la sensación que estoy en las últimas.
¿Cómo ves a esa Jade del pasado? ¿Te imaginabas algún día tener una carrera tan curtida como la que estas logrando?
Jamás me lo habría imaginado. Yo no he tenido una carrera fácil. Todo lo que he conseguido me ha costado el doble. Siempre he tenido alguna traba. También he tenido equivocaciones, no quiero dar escusas, pero de verdad que no ha sido una carrera fácil. Estoy muy orgullosa de todo lo que he podido conseguir. Sobre todo, el ir a un club y que te tengan admiración por haber dejado huella. Eso cuenta más que un título.

¿Te gustaría seguir en el Servette?
Me encantaría poder seguir aquí, pero también tengo otras prioridades en mi vida. No sé qué voy a hacer. No sé si ya ha llegado el momento de decir adiós. Es una opción que estoy barajando. Depende mucho de sí me salen buenas ofertas. Aquí en el club están encantados conmigo y yo también con ellos, así que poder seguir a este nivel sería algo fantástico. Ahora es muy difícil y muy pronto para saber qué voy a hacer. No tengo ni idea, pero es un hecho que estoy barajando la posibilidad de retirarme.
Ahora la mente debe estar puesta en los partidos que os quedan para entrar a esa fase final.
Nos enfrentamos al Basilea y a Grashopper, dos enfrentamientos directos que tenemos que sacar sí o sí. Aquí es donde puede cambiar la clasificación. Ahora estamos segundas a un punto, pero si fallamos se nos puede complicar. Nos quedan partidos muy importantes que van a marcar este final de temporada. Tenemos que hacerlo muy bien, estamos trabajando muy duro para ello, preparando cada partido como si fuera el último, y muy concentradas en todo para hacerlo lo mejor posible.
Has vivido todo un enorme proceso con el fútbol femenino. Ahora parece el mejor momento para analizarlo con lo que ha sucedido con el Camp Nou. ¿Qué supone para ti toda esta evolución?
Estoy encantada de la vida. Lo comparo con mis primeros años cuando empecé, y esto me parece un sueño hecho realidad. Ya no solo por el tema de asistencias, como lo del Camp Nou. Vivir ese partido allí tuvo que ser un premio enorme, incluso para el Real Madrid a pesar de la derrota. Es historia. El saber que me voy a retirar con todo lo que se ha mejorado, te hace muy feliz.
¿Sigues mucho el fútbol en general?
Cuando me toca jugar fuera de casa se me hace más complicado, pero intento ver todos los partidos que puedo. Consumo más fútbol femenino, que es el que me repercute, pero de masculino alguno que otro intento ver. Si es cierto que para muchos futbolistas como yo necesitamos parar y desconectar de todo este mundo. Pero no por ello significa que no me guste. Me encanta ver partidos, aunque a veces necesitas tomar aire.
Tendremos un verano intenso con la Eurocopa. ¿Ves a España como una de las favoritas?
Yo creo que sí. España tiene ahora mismo un equipo de grandes estrellas, y hay que aprovecharlo. Las selecciones van por épocas, y ahora tenemos a la gente perfecta para conseguir un montón de cosas. Tendrán que trabajar muy duro, pero no lo descarto en absoluto. Hasta que no se demuestre lo contrario, para mí son las favoritas.
También se juega la Copa África. Guinea Ecuatorial no está clasificada, pero cuenta con dos títulos. ¿Cuál es tu situación actual con la selección? ¿Ha habido algún acercamiento?
No quiero hacer muy público todo lo que sucede, pero cuando una jugadora no quiere ir a su selección es porque pasa algo grave. Es muy bonito el poder representar a tu país, ver a tus compañeras que hace siglos que no ves, pero es una selección, no un equipo de barrio. Algo tendrán que hacer si quieren que las jugadoras volvamos. He vivido experiencias maravillosas, pero no voy a salir de mi club para que me traten mal. Si a los chicos les das las mejores condiciones y les tratas de maravilla, para las chicas tiene que ser igual.