Islandia: tierra de fuego, hielo, y fútbol femenino

Gran año para el fútbol femenino islandés, que ha conseguido llevar a uno de sus equipos a la fase de grupos de la UWCL

Si hablamos de Islandia, hablamos de volcanes, glaciares, parajes vírgenes, e incluso recordamos a esa Selección que consiguió llegar a los cuartos de final de la Eurocopa 2016. Pero de fútbol femenino apenas se conoce, y eso que este año el Breidablik ha hecho un buen papel en la competición europea. El equipo islandés consiguió llegar a la fase de grupos, y a pesar de sumar solo un punto y no marcar ningún gol, dejó buenos partidos en la fase previa y compitió de buena manera ante equipos como el PSG. Así que hoy os traemos este pequeño reportaje para conocer cómo se vive el fútbol en la tierra de fuego y hielo. Un lugar paradisíaco, que se encuentra en pleno crecimiento del deporte rey.

Vikingos, elfos y glaciares

No vamos a hacer una guía turística de Islandia, pero para adentrarnos a su fútbol, siempre es interesante conocer sobre la cultura de un país. Más de 300.000 mil personas viven en esta tierra de fuego y hielo (cifra que se duplica en temporada de verano). Situada entre las placas europea y americana, en la superficie islandesa reina el frío, pero en su interior, el magma se acumula, dando pie a erupciones volcánicas y a los famosos géiseres. De aquí su apodo. El paraje natural de Islandia es idílico. Los glaciares, las cascadas y los prados se mezclan con la moderna y a la vez tradicional Reykjavík (seguramente el nombre que más nos costaba escribir en la clase de geografía).

La catedral de Hallgrímskirkja y las coloreadas casas forman una ciudad con una abierta mentalidad (la homosexualidad está completamente aceptada y las mujeres cobran igual que los hombres), donde las tradiciones paganas, los elfos y el luteranismo toman mucha importancia. Un país que maravilla por su gente, por su fauna, y que sorprende con su gastronomía. Carne de ballena, tiburón (hákarl), pescado seco, cabeza de cordero asado, morcilla y el brennivín, una bebida alcohólica conocida como muerte negra (svarti dauði) hecha a base de patata fermentada.

Un poquito de historia

Según varias teorías, los primeros pobladores fueron monjes ermitaños que llegaron procedentes de Irlanda y Escocia en el Siglo VIII, pero la historia cuenta que desde tierras escandinavas, llegarían los primeros colonos sobre el 870. Estos no tardaron en asentarse y crear mancomunidades y granjas, mientras en el año 1000, la isla se cristianizó poco a poco y se abandonó el culto pagano. La mancomunidad empezó a sufrir una crisis a raíz de las guerras civiles en 1262, y Dinamarca, se hizo con el control del territorio, imponiendo sus leyes y el luteranismo. Islandia estuvo bajo dominio danés hasta que en 1814 surgió un movimiento nacionalista que acabó desembocando en la independencia y el Reino de Islandia. En 1944 pasaría a ser la actual república.

Y es que miles de curiosidades rodean este país, donde la vida depende del frío y de la luz solar. En verano, la época de más turismo, el sol es fiel y apenas se esconde. Todo lo contrario sucede en invierno, lo que permite disfrutar de la joya de la corona, las auroras boreales. Y todo ello influye en el mundo del fútbol, un deporte de exterior que se ve fuertemente condicionado por la climatología.

Fútbol en tierras volcánicas

La geografía y el clima hacen que los deportes de montaña como el alpinismo y el senderismo, sean de lo más popular en Islandia. También lo es la glima, un deporte tradicional que consiste en un estilo de lucha de origen medieval. Pero sin lugar a dudas, el fútbol forma parte de la cultura popular islandesa. Sin ir más lejos, y como hemos mencionado antes, la selección masculina maravilló a todo un continente en la Eurocopa de 2016, llegando a cuartos tras eliminar a Inglaterra. La propia Islandia enloqueció con esa generación de futbolistas que además logró clasificar para el Mundial de 2018.

Lo mismo sucede con el fútbol femenino. Su selección es considerada una de las 20 mejores del mundo, y en la Eurocopa de 2013 también consiguieron llegar a cuartos de final. Y a pesar que el primer club fue fundado hace años, en 1914, a día de hoy el fútbol femenino se encuentra en pleno crecimiento. También es cierto que la actual liga islandesa, conocida como Úrvalsdeild kvenna fue fundada en 1972 y la selección se constituiría de forma oficial en 1981, pero en líneas generales, al fútbol islandés le ha faltado un empujón, algo que con el buen hacer de ambas selecciones se ha conseguido. De hecho, la marca de bebidas refrescantes Pepsi patrocina tanto la competición liguera tanto masculina como femenina.

Seguramente muchos reconocéis estos nombres de la Selección masculina: Sigurdsson, Finnbogason, Bjarnason, Gunnarsson… Y también os debe sonar Sara Björk Gunnarsdóttir, futbolista de la Selección femenina y del Olympique de Lyon.

Fuente: Diario AS

En Islandia hay una característica con respecto a los apellidos. Estos están formados por el nombre del padre, acompañado del sufijo –son (hijo) o –dóttir (hija).

Y no solo puede hacerse con el nombre del padre, sino que en estos últimos años también son aceptados legalmente los apellidos hechos a partir de la madre.

Las ligas nacionales se disputan en temporada de verano, es decir, en año natural. El principal motivo son las condiciones climáticas, lo que condiciona al deporte de exterior. Es habitual ver partidos con nieblas y nevadas, lo que obliga a los equipos a contar con terrenos de juego interiores, para así entrenar en época de invierno. Pero no solo sucede en Islandia. En todas las competiciones de países nórdicos es habitual la práctica en fechas más calurosas.

¿Cómo funciona la liga femenina?

En la competición femenina encontramos a 10 equipos. Como ya hemos dicho, la temporada se disputa en verano, en este caso entre mayo y setiembre, y se trata de un formato de ida y vuelta con un total de dieciocho encuentros. Los principales equipos son dos, el Breidablik, con 18 títulos, y el Valur, actual campeón con 12 títulos. También destaca el Stjarnan, un equipo el cual en esta última década ha conseguido ganar sus cuatro títulos de liga. Pero históricamente, hay que centrarse en los dos primeros equipos mencionados, que se han repartido el dominio del fútbol islandés.

Fuente: Womens Soccer United

Su éxito les ha permitido alcanzar la competición europea. Son los dos principales clubes en representar de forma habitual a Islandia en la UWCL, y aunque no acostumbraban a llegar lejos, en varias temporadas, un equipo de la tierra consiguió superar todas las previas para acabar llegando tanto a cuartos como a octavos. El Breidablik acabó en cuartos de final en la 2006/07 pero fue eliminado por el Arsenal. Años más tarde, hay que volver a mencionar al Stjarnan ya que en la temporada 17/18 llegaron a octavos. Y cerca se quedó de pasar a cuartos, pero cayeron ante el Slavia de Praga. Dos años más tarde, el Breidablik también lo conseguiría, aunque acabó siendo goleado por el PSG.

Este último curso, fueron Breidablik y Valur los representantes de la isla en Europa, pero siguieron caminos distintos. Con un nuevo formato, los equipos debían disputar unas eliminatorias previas en formato de mini torneo. El Breidablik, al ser campeón de liga, se enfrentó a rivales más asequibles. Todo lo contrario para un Valur que en su grupo tenía a Hoffenheim, Zürich y Milan. Evidentemente, fue el Breidablik quien salió mejor parado, que acabó llegando a la fase de grupos. El Valur por su parte, a pesar de quedarse en el camino, también demostró estar capacitado para llegar más lejos.

Breidablik, dando la cara en Europa

Nos centramos en la campaña del Breidablik para analizar lo que ha sido su paso por Europa. En cuanto a la liga, el equipo quedó en segunda posición, asegurando un puesto para la UWCL 22/23 tras verse superado claramente por su máximo rival, el Valur, pero en la Champions el rendimiento ha sido mucho más bueno. Ya hemos destacado que en su grupo preliminar se topó a rivales más asequibles, pero además, logró llevarse los dos primeros partidos de forma solvente. Vencieron 7-0 al Klaksvíkar Ítrottarfelag de las Islas Feroe y luego 8-1 al Gintra-Univeristetas lituano.

De cara a la siguiente ronda, el partido fue más complicado, pero finalmente consiguieron llevarse la eliminatoria. Se enfrentaron al ZNK Osijek de Croacia, y a pesar de empatar 1-1 en el partido de ida, en la vuelta disputada en casa ganaron 3-1. Clasificaban de esta forma para la fase de grupos, donde se encontrarían con rivales de más entidad: Un PSG con galones, un Real Madrid en pleno crecimiento, y al Kharkiv, quizá el más asequible.

El motor del fútbol femenino islandés

Fundado en 1950, el Breidablik se ha convertido en el mejor equipo femenino de Islandia. Representan a la ciudad de Kópavogur, la segunda con más extensión por detrás de la capital, y se encuentra en la zona sud del país (junto a Reykjavic). El equipo fue también fundador de la liga femenina en 1972, pero no la ganó por primera vez hasta 1977. Desde entonces han sido 18 títulos, cinco de ellos de forma consecutiva entre 1979 y 1983. Además, cuentan con 12 copas nacionales y 7 copas de la liga.

En seis partidos, el equipo dirigido por Arnarsson acabó sumando solo un punto, quedando en la última plaza, y sin anotar ningún tanto. Eso sí, en el primer encuentro le compitieron de tú a tú al PSG, que solo consiguió ganar 0-2 en un partido muy duro. El Real Madrid también tuvo problemas a domicilio en un encuentro marcado por la nieve, pero de todas formas, el Breidablik no fue capaz de ganar al Kharkiv. En el encuentro en Ucrania no pasaron del empate, y en casa perdieron por 0-2. Estaba claro que era muy complicado sacar puntos, pero la experiencia en Europa fortalece al equipo islandés, que de cara a la próxima temporada tratará de recuperar la corona en liga y buscará repetir su temporada europea.

Uno de los nombres a destacar del Breidablik sin lugar a dudas fue la atacante Agla María Albertsdóttir. Con un total de seis goles en la fase previa, la joven jugadora de 22 años viene demostrando un gran nivel, y no fue menos en Champions. Internacional absoluta desde los 18 años con Islandia se ha convertido en una de las referentes ofensivas del equipo. También hay que destacar los nombres de Magnúsdóttir, Antonsdóttir y Tifani McCarty.

Terminamos aquí este viaje por la tierra de fuego y hielo, y podemos decir que se está trabajando de forma muy positiva para impulsar el deporte. Las competiciones europeas están ayudando, dando visibilidad a esos países más pequeños que quizá no venden tanto. Tener la oportunidad de representar a 300.000 personas es un orgullo para equipos como el Breidablik, a pesar de que se marcharon de la UWCL de forma más amarga de lo que les gustaría. Pero Islandia ofrece un lema que llama al optimismo: ‘Þetta reddast’ ( «zet-ta red-ast»), que viene a decir «al final todo se soluciona». Así que con esta frase que tanto representa la cultura islandesa nos vamos. ¡Hasta pronto, sjáumst bráðlega!